Los premios son importantes porque es el reconocimiento de nuestros colegas a nuestro trabajo y eso nos llena de orgullo. Pero son la consecuencia de nuestras ideas.
Nunca serán la causa.
Las buenas ideas no creen en holdings ni en burocracias. No creen en guardar distancia social. Las buenas ideas te abrazan. Se acercan y te provocan. Son diversas, inclusivas y sobretodo,
libres.